“Obra Pinares”, Proyecto de solidaridad

En octubre de 1967, San Josemaría afirmaba: “Un colegio será efectivamente cristiano cuando, siendo como los demás y esmerándose en superarse, realice una labor de formación completa -también cristiana-, con respeto de la libertad personal y con la promoción de la urgente justicia social”. (Entrevista recogida en Conversaciones, n. 81)

Durante la celebración para los niños de 1ª Comunión en Pinares.

El Gimnasio Los Pinares, consciente de su responsabilidad social frente a la comunidad de Medellín, tomó la decisión de brindar una ayuda a otras instituciones de la ciudad en el campo académico, administrativo, pedagógico, de recreación, etc., aprovechando su experiencia educativa. Una de estas oportunidades se presentó con la escuela Nuestra Señora del Rocío, situada en el barrio Santo Domingo de la ciudad, zona de serias dificultades económicas, y de seguridad y convivencia entre los jóvenes, con la que el colegio suscribió un convenio de cooperación.

Desde hace muchos años, la fundadora de Nuestra Señora del Rocío entró en contacto con Pinares y hemos podido colaborar con ellos en innumerables actividades. La entidad promotora de esta labor, socialmente reconocida como Promarginados, desarrolla desde hace más de 40 años una labor de promoción social en la comuna 1 de Medellín. En un principio destinó una gran extensión de terreno para la adjudicación de lotes a los invasores de la zona y ayudó a conseguir los recursos para que, sobre un proyecto previamente diseñado por estos adjudicatarios, mediante el sistema de autoconstrucción, levantaran las casas de una nueva urbanización que se escrituraron a las familias seleccionadas. Más adelante construyó la escuela Nuestra Señora del Rocío, para proporcionar educación primaria a los niños de estas familias y otras cercanas. Esta escuela tiene actualmente 240 niños, de 181 familias, y cuenta solo con 7 profesoras.

Dos alumnas preparan los kits de salud oral para repartir en Nuestra Señora del Rocío.

Hace dos años, por una iniciativa gubernamental, se lanzó en Medellín el Programa “Escuelas de Calidad”, buscando que un colegio de un mejor nivel económico y académico acompañara a otro de escasos recursos. Este programa reflejaba lo que San Josemaría llamó espíritu de humana fraternidad: los talentos propios han de ser puestos al servicio de los demás. Si no, de poco sirven. Las obras corporativas que promueve el Opus Dei, en todo el mundo, están siempre al servicio de todos: porque son un servicio cristiano. (cfr. Conversaciones, n. 84) Así que, sin dudarlo, nos adscribimos al programa y pedimos que nos asignaran esta escuela. Ana María Jaramillo, Coordinadora de Acreditación del Colegio, inició la capacitación del equipo de profesoras de Nuestra Señora del Rocío: lo primero que hicieron fue definir y estructurar todos los procesos pedagógicos, administrativos y formativos que venían desarrollando; hoy en día están implementados y se aplican de modo estable. En la primera visita que les hicieron los promotores del programa, las felicitaron por el avance en la calidad de la educación.

El Gimnasio Los Pinares, aprovechando su experiencia educativa, brinda ayuda a otras instituciones de la ciudad en los campos académico, administrativo, pedagógico y de recreación.

A las profesoras las hacemos partícipes de nuestro plan de formación de profesoras, y las incluimos en las capacitaciones y planes de formación que nos ofrecen otras entidades. También les enviamos libros que en la actualidad no utilizamos y que para sus alumnos son de gran utilidad. Al terminar de cimentar el proyecto bilingüe de Pinares, pudimos obsequiar a la escuela todo el material del plan anterior (inglés intensivo) para que lo utilizaran los niños de Promarginados.

También nos hemos propuesto apoyar iniciativas formativas que se desarrollan en Pinares, proyectándolas en la escuela. Así, se inició la ya tradicional preparación de padres de los niños de Primera Comunión de la escuela, a cargo de las madres de las alumnas que hacen la Primera Comunión en nuestro Colegio. Las mamás preparan la clase siguiendo los contenidos que ellas reciben en el colegio, adaptándolas a las necesidades y preparación de los padres de los niños. También preparan una fiesta sorpresa para los niños, en la que las anfitrionas son las niñas del Colegio que acaban de hacer la Primera Comunión. Esta fiesta se realiza en las instalaciones de Pinares, y es un encuentro muy enriquecedor tanto para los niños de Promarginados como para nuestras alumnas y madres.

Manualidades en la escuela de Chuscalito.

Otro evento que ya se ha hecho tradicional es la celebración de la Navidad para los niños de Nuestra Señora del Rocío a cargo del Preescolar: las mamás y el equipo docente organizan la fiesta; cada familia compra el regalo de un niño, y su hija está pendiente del alumno que le fue asignado: juegan, conversan, le sirve la media mañana y le entrega un juguete. Todos se van felices, y nuestras niñas experimentan el gozo de haber hecho feliz a un niño de escasos recursos.

Las alumnas de otros cursos colaboran con otras campañas: recientemente concluimos la de Salud Oral, en la que recogimos implementos de aseo para cada uno de los niños y se entregaron en la escuela.

Un proyecto educativo más de “Obra Pinares” es la colaboración al Centro Educativo Rural Chuscalito, situado en una vereda del mismo nombre en el municipio de La Unión, Antioquia. Allí hemos realizado varias actividades de vacaciones con nuestras alumnas: además de hacer unas vacaciones recreativas para madres y alumnos de la escuela, hemos podido facilitarles mesas, sillas, mejora en pinturas, y colaboramos con la compra de equipos técnicos que les hacían falta.

Recibimos continuamente manifestaciones de agradecimiento de parte de los alumnos y de las directivas de dichas instituciones y de otras. Nuestras alumnas disfrutan de estas actividades y vemos cómo las potencia y las crece el darse a los más necesitados. Por eso nuestra meta es fortalecer estas iniciativas para formar en solidaridad, no solo a nuestras alumnas, sino también a nuestros papás, profesoras, proveedores y a todas las que formamos parte de la familia Pinares.

 

Marina Pérez Arango, Directora de orientación y coordinadora de Pinares.