Ignacio Gómez Lecompte: Mi personaje inolvidable

Lo conocí cuando ambos recorríamos nuestros veinte años y compartí con él, en muy diversos lugares hasta pocas semanas antes de su muerte, una amistad y una fraternidad de la que espero gozar también más allá.

Pronto comprendí que se trataba de un personaje inolvidable. Hombre culto, de una inteligencia superior y pleno de un caudal de conocimientos tales, como no he conocido en nadie más, los que fue enriqueciendo a lo largo de sus años, casi que hasta pocas horas antes de cruzar el umbral de la eternidad.

De una sencillez desarmante, parecía no dar importancia al hecho de que sobre casi todos los temas cultos que se tratan entre intelectuales, los conocía mejor que los demás. Y no hablaba de ello si no era preguntado. Carente de toda arrogancia, gozaba de una desenvoltura estupenda que atraía a toda clase de personas, a quienes trataba siempre con cariño, aunque con especial predilección por los más pobres e indigentes.

Su alegría y buen humor, desbordantes: difícil estar un rato a su lado sin que la conversación tomara rumbos inesperados, de los que surgían siempre carcajadas. No parecía darse cuenta nunca de sí mismo, siempre atento a los demás, con un desprendimiento notable no sólo de los bienes materiales, sino también de las ideas o de sus opiniones personales.

Amaba la literatura, la música, el deporte, el cine: y sobre cada uno de estos temas tenía conceptos plenos de densidad, al tiempo que anécdotas intrascendentes que quitaban a sus palabras toda actitud magisterial. Como miembro de familia, parecía querer a cada uno con amor de predilección y era normal escuchar entre los suyos: yo soy el preferido(a).

Ahora que Nacho Gómez L., sacerdote, se nos marchó, espero que a recibir un premio merecido, podemos expresar con descaro, lo que él jamás en vida nos hubiera permitido.

Javier Abad Gomez. javier.abad.gomez@gmail.com

El Padre Nacho murió El sábado 25 de agosto; Ignacio Gómez Lecompte, primer fiel del Opus Dei en Colombia, descansó en la paz del Señor. Después de una fructífera vida llena de trabajo, fidelidad, alegría y servicio, se marchó al Cielo estando en compañía de sus familiares y seres queridos en la ciudad de Cartagena. Recibió cristiana sepultura en el Cementerio Jardines de Cartagena. Oficina de Información, Prelatura del Opus Dei en Colombia.

    Publicado el 9 de Septiembre de 2012 en el suplemento dominical Imágenes del diario La Opinión de Cúcuta (Colombia), por Javier Abad Gómez.