En su visita a Bogotá, el Prelado del Opus Dei animó a renovar la devoción a María

Al celebrar la fiesta de la Asunción de Nuestra Señora, Monseñor Javier Echevarría recordó las enseñanzas del fundador del Opus Dei, san Josemaría Escrivá de Balaguer, sobre su amor a la Virgen y ante un auditorio con más de setecientas personas renovó su devoción mariana.

Después de besar la imagen de la Virgen que acompañaba el auditorio del Gimnasio de los Cerros, el Prelado recordó que acompañó a san Josemaría el 15 de agosto de 1958 a Londres y de cómo allí, renovó la consagración de la Obra al Corazón de María en el santuario de Willesden.

Fue en aquel momento cuando el Señor le contestó claramente con una locución, con unas palabras que tan bien marcadas quedaron en su memoria: ¡Tú, no!; ¡Yo, sí!” Tú ciertamente, no podrás; pero Yo sí que puedo”,contó monseñor Javier Echevarría.

“En Colombia tenemos que ser hijos cariñosos de la Virgen. Que no nos dé miedo acompañar nuestros días con jaculatorias, con esos mensajes de amor a Ella y así seremos más hijos de nuestro Padre, san Josemaría. Gracias a Ella, podremos estar más cerca de Cristo”, agregó.

El Prelado del Opus Dei, durante esta tertulia del 15 de agosto del 2015, pidió a los asistentes ser “enteramente marianos” y señaló que fue por la intercesión de Ella; que nació la Obra.

Desde el mismo momento de la fundación, san Josemaría le pidió a la Virgen su intercesión y durante su vida recorrió innumerables santuarios marianos. El 15 de agosto de 1951, en la Fiesta de la Asunción en Loreto, consagró el Opus Dei al Corazón Dulcísimo de María.

“San Josemaría demostraba con obras su gran amor por la Virgen, la forma como rezaba el Rosario, la manera de expresar sus jaculatorias en sus intervenciones y hasta la forma como suspiraba por Ella”, comentó monseñor Javier Echevarría.

Fueron muchas las meditaciones y homilías que san Josemaría pronunció sobre la Virgen.“La fiesta de la Asunción de Nuestra Señora nos propone la realidad de esa esperanza gozosa. Somos aún peregrinos, pero Nuestra Madre nos ha precedido y nos señala ya el término del sendero: nos repite que es posible llegar y que, si somos fieles, llegaremos. Porque la Santísima Virgen no sólo es nuestro ejemplo: es auxilio de los cristiano. Y ante nuestra petición –Monstra te ese Matrem--, no sabe ni quiere negarse a cuidar de sus hijos con solicitud materna”, dijo san Josemaría y están recogidas en Es Cristo que pasa, 177.

Durante la tertulia, el Prelado pidió a los asistentes estar más metidos en el Evangelio, leer continuamente el Catecismo y amar entrañablemente al Papa Francisco.

Al terminar, rezó con los más de 700 asistentes el Ángelus e impartió su bendición, pidiéndoles que rezaran continuamente por él.