En Medellín hace 14 años el Prelado del Opus Dei

Hace 14 años durante una tertulia general el 1 de agosto de 2001 en su visita a Medellín, que se repetirá en la segunda semana de agosto de este 2015.

En Medellín hace 14 años el Prelado del Opus Dei

Que Dios os bendiga a todos. Quería deciros, en primer lugar, que hace unos cincuenta años -no penséis que soy viejo- oí hablar de esta tierra de Antioquia, y concretamente de Medellín. El relato podría ser muy largo, porque era de una persona que se quedó admirada de la devoción que tenéis aquí a la Virgen y concretamente a la Candelaria. No era colombiano, no era de lengua española, y os digo que el relato sería muy largo porque esa persona confundió las palabras, y cuando tuvo que hablar dijo una cosa por otra. Pero a mí se me quedó muy grabado que esa persona que había venido aquí, se había quedado maravillada de cómo queríais a la Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra.

Y hoy me han dicho que aquí en Antioquia hay como una especie de costumbre en el modo de hablar, tanto para agradecer, como para admirarse, como para compartir una pena, que es decir “Ave María”. Hijos míos, dejadme que os diga así porque sabiendo que yo dependo de vuestra oración y de vuestro cariño, también os veo como Padre. Pero os pido que esta costumbre no sea algo que esté metido en el argot de Antioquia, sino que procuréis que informe vuestra vida. Esa Virgen a la que invocáis espontáneamente os lleve también a comportaros con la caridad y el cariño de una hija o de un hijo de Dios. En vuestro ambiente de trabajo, en vuestro ambiente familiar, en los ambiente donde vas a divertiros, porque es lógico que os divirtáis.

Tenéis que daros cuenta de que esa raíz que os viene de la evangelización, el Ave María, tiene que ser algo que esté constantemente informando vuestro comportamiento, y así os aseguro que no solamente tendréis la ayuda de la Madre de Dios -que siempre nos mira complacida- sino que además corregiréis, como tengo que corregir yo, tantas cosas que pueden ser un perjuicio para el lugar donde estamos o para las personas que tratamos.

Hagamos un poquito de examen, para ver si esa Ave María es de verdad, porque la dejamos que sea nuestra Madre y nuestro modelo.

Y también quería deciros que antes de salir de Roma hubo la oportunidad de decir al Papa que iba a venir a estas tierras estupendas de Colombia. Cuánto os quiere el Papa. Os quiere, pero con un cariño sincero, también para exigiros, para deciros que os tenéis que comportaros a toda hora -como yo, no os estoy diciendo algo que no tenga que hacer yo- que tenéis que comportaros a toda hora como lo que sois: cristianos, hijos de Dios, que saben ser coherentes con la fe que han recibido. Y me dijo que enviaba su bendición a cada persona, a cada labor apostólica en la que yo me encontrara. Yo pensé que el Papa tiene estos gestos de cariño en primer lugar porque, con su corazón de Buen Pastor, le interesan todas las ovejas. Es capaz de ir a las antípodas; ya lo veis, lo veis ahora: está limitado con una cojera, está limitado con un movimiento en la mano, y no por eso deja de cumplir su deber, ni se excusa con esas limitaciones para abandonar el trabajo.