Yo no he venido aquí en plan de artista, sino para deciros que os quiero mucho, y estoy deseando oiros para aprender de vosotros, pero antes me parece que es lógico que os diga dos o tres palabras. Os digo que vengo con mucha emoción por muchos motivos, también porque os traigo la bendición del Santo Padre. La víspera de salir de Roma, tuve la oportunidad de comunicarle que salía de viaje, y me dijo con esa paternidad y maternidad que tiene, que trajera su bendición para cada persona y su familia, y para las labores apostólicas en las que me encontrara. Es una prueba de cariño, porque es muy consciente el Papa de lo que hace: él manda su bendición como Vicario de Cristo. Estas fueron las primeras palabras de Monseñor Javier Echevarría, Obispo Prelado del Opus Dei, durante el rato de tertulia que tuvo lugar en el atiborrado Teatro Municipal de Cali, el 30 de Julio pasado. Y luego añadió: el Santo Padre os está pidiendo a todos, y a cada uno, y cada una, que os comportéis como lo que sois: hijos de Dios, cristianos coherentes que quieren dar un testimonio constante de esa predilección que el Señor nos ha mostrado por su bondad y su misericordia. Aprovechemos ahora que estamos reunidos para agradecer al Papa el cariño que nos tiene a cada uno, y para ofrecer alguna cosita por él. La mortificación es algo muy actual, no penséis que es algo que no os corresponde, nos corresponde a todos, una postura un poco más incomoda; beber un poco más tarde el refresco que nos alivia la sed, son manifestaciones de filiación y de cariño al Papa.