Acceder a la pensión

Tuve la suerte de coincidir con Dora durante ocho años en Roma, de ella aprendí muchas cosas y acudo a su intercesión en numerosas ocasiones.

Tuve la suerte de coincidir con Dora durante ocho años en Roma, de ella aprendí muchas cosas y acudo a su intercesión en numerosas ocasiones.

Llevaba cinco años haciendo trámites para solicitar la pensión. Pero siempre me devolvían los papeles por diferentes motivos burocráticos. Decidí poner una estampa de Dora en los papeles para pedir de nuevo la solicitud. Esta vez al llegar a la oficina el señor que me recibió los papeles, me dijo: “Está bien, llamaré a su pueblo de origen para resolver yo mismo este problema". A los pocos días telefoneó para decirme que ya tenía el documento para acceder a la pensión.

J. P. (Colombia)